A pesar de que se presentó una disminución significativa en la tasa de homicidios, preocupan a las autoridades y la ciudadanía en general un incremento del 23% en hurtos y atracos callejeros en Bogotá.
En efecto, más de 64.000 casos reportados en el 2017 de hurtos y atracos callejeros generan incertidumbre y una percepción en ascenso de vulnerabilidad en las calles capitalinas.
Medidas como la prohibición al porte de armas de fuego claramente no fueron efectivas, pues un altísimo porcentaje de los hurtos reportados se cometieron con arma blanca.
Si bien es cierto la Policía Nacional ha anunciado un incremento en su pie de fuerza y medias tomadas recientemente por la Administración Distrital como la restricción del parrillero hombre para motocicletas en ciertas zonas de la ciudad generan expectativa, lo cierto es que vivimos en una ciudad cada vez más insegura y debemos tomar medidas de precaución para nuestro bienestar en la calle:
Como siempre, la primera recomendación es regla de oro y consiste en permanecer siempre alerta, o como coloquialmente podríamos decir “no dar papaya”. La tecnología actual proporciona una variedad de distracciones en la calle y los ladrones lo saben, chatear, escuchar música, redes sociales, mapas satelitales e incluso hablar por teléfono distraen hasta en un 80% nuestra atención, sea como peatones o conduciendo un vehículo.
La mayoría de los códigos de tránsito en el mundo han incluido multas para conductores que usan sus teléfonos celulares, pero el fenómeno se ha dimensionado tanto que incluso en algunos lugares del mundo, como Hawái, ha establecido una multa de 99 dólares para aquellos peatones que usen de cualquier modo su teléfono celular en la calle al caminar.
La primera precaución para transitar por las calles de nuestra ciudad es no distraerse con el uso de dispositivos móviles y estar atento al tráfico de vehículos, a las personas que nos rodean, a las rutas por las que caminamos y en general, todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Recuerde que los ladrones ya no lucen andrajosos; por el contrario, su aspecto corresponde al de personas jóvenes, con ropas limpias, incluso de marca; lo cual hace más difícil su identificación, pero si está atento, usted podrá advertir su comportamiento.
Por lo general el ladrón ataca a su víctima cuando está desprevenida y cuando ya conoce su objetivo, es decir, por qué va. Personas que sacan su celular en la calle, que lucen abiertamente joyas y relojes, con billeteras abultadas, maletas para computadores portátiles y bolsos de mujer muy grandes y llamativos son las victimas favoritas.
El comportamiento criminal analiza a su víctima antes de actuar. La observación, seguir su recorrido, detenerse cuando usted se detiene, cambiar de calle, hacer señas con personas que vienen en dirección contraria, o al lado suyo; esas señales inequívocas pueden ayudarle a advertir un posible ataque y le permitirán anticipar alguna medida de resguardo.
Recomendaciones útiles para minimizar los riesgos de hurto o robo en las calles: